Escort Prepago Carolina
Viveros
Hola amor soy Carolina Viveros, una chica prepago de 20 años en Bogotá, de ojos cafés, piel blanca y cabello negro.
Soy una chica guapa de buen cuerpo y hago de todo sin goma, corrida anal, facial, en el culo.
Me gusta tragar la leche, soy una lechera y me encanta chupar los huevos. Soy una zorra en la cama a la que le gusta hacer de todo, no te vas a repentir, ven amor y disfruta un buen masaje anal.

Edad | 20 |
Color de piel | Morena |
Tamaño de busto | B |
Tamaño de cola | Brasilen̈a |
Contextura | Normal |
Estatura | 165 CM |
Ubicación | BOGOTÁ |
Color de ojos | CAFÉS |
Color de pelo | NEGRO |
Idiomas | español |
Intereses | redes sociales, noticias, musica |
Comida | Comida de mar |
Bebidas | champagne |
Estilo de ropa | casual |
Cirugías estéticas | Ninguna |
Servicios adicionales | Oral Natural,Anal,Trios,Parejas |

1 Hora
COP 240,000.00

2 Horas
COP 390,000.00

5 Horas
COP 690,000.00
Medio de Pago:

Llama o escribeme, la pasaremos delicioso (Telegram, Whatsapp) -> (+57)| 304-350-9899|
Más perfiles:
07
jun.
Prepago independiente a domicilio
Te encuentras en casa con un poco de tiempo libre, acabas de salir del trabajo o de un encuentro con amigos y cuentas con tiempo libre para ti, que mejor formar de pasar el tiempo que un momento de relajación, en un mundo tan caótico, abarrotado de preocupaciones de estructura de tiempos definidos y exactos esos tiempos de distracción son más valiosos que nunca, que mejor forma que aprovecharlos con la mejor compañía en el medio de damas de compañía, la Celestina
22
jun.
Prepagos jovencitas a domicilio
ustedes pueden encontrar esta nueva modalidad de cómo pedir tu servicio, estás en la comodidad de tu hogar y no desea salir, simplemente lo que tienes que hacer es contactar a alguno de estas modelos y pedir que vayan a tu domicilio. ¿Estás solo en tu casa tienes tiempo libre? ¿deseas compañía de una hermosa chica con quién pasar un rato diferente?
08
jun.
Prepagos Colegialas De las fantasías a tu cama
Todos los hombres hemos fantaseado alguna vez con una atractiva jovencita que está fuera de nuestro alcance. Quizás la vimos en el metro, con su faldita corta, los pechos firmes, y una mirada que solo podría interpretarse como: “Ni en tus sueños”. O, peor aún, gastamos nuestro dinero intentando convencer a una de estas señoritas de pasar la noche con nosotros