Escort Prepago Alejandra
Nieto
¿Como estás amor? Soy Alejandra Nieto, sexy una chica prepago de Bogotá de 19 años, con ojos verdes y busco grande
Te voy a satisfacer como más te gusta, poco a poco y dejándote saborear cada minuto que pase.
Con mi xoxi rico y apretadito, siempre mojadito para ti, en todo momento me gusta sentir placer y yo dártelo, para eso estoy aquí. Sexo, lujuria y placer es lo que me lleva al máximo.
Podemos quedar de lunes a domingo las 24 horas. Doy citas también por Whastapp. Algunos de mis servicios, cubana, posturas, 69 entre otros.
Esta fotografía fue modificada con IA con una aproximación del 80% del rostro de la modelo. Si desea ver el rostro solicítelo al asesor

Las fotos del rostro son una aproximación del 80% de la apariencia real, por favor solicite por interno las fotos sin edición
| Edad | 19 |
| Color de piel | Blanca |
| Tamaño de busto | B |
| Tamaño de cola | Grande |
| Contextura | Delgada |
| Estatura | 175 CM |
| Ubicación | BOGOTÁ |
| Color de ojos | VERDES |
| Color de pelo | CASTAÑO |
| Idiomas | Español e inglés (bilingual) |
| Intereses | lectura y arte |
| Comida | vegana y saludable |
| Bebidas | jugos naturales |
| Estilo de ropa | formal |
| Cirugías estéticas | Ninguna |
| Servicios adicionales | Trios,Beso negro,Lluvia blanca,Lluvia dorada,Oral completo,Sado |
Más perfiles:
05
may.
¿Sugar Baby o prostitución azucarada?
Los conceptos de Sugar Baby y Sugar Daddy son de muy vieja data, sólo que antes recibían nombres más criollos: “la querida”, “el segundo frente”, “la amante” y mucho más atrás en el tiempo, “mujer mantenida”. Este tipo de relaciones estaban compuestas por un hombre de posición económica aventajada que podía solventar los gastos de vida de una mujer a cambio de sus favores sexuales ...
11
may.
Prepagos en Barranquilla
Hace un par de semanas me estaba asfixiando en mi rutina. El trabajo me estaba consumiendo y mi círculo me parecía un fastidio. Necesitaba escaparme un fin de semana. Sabía lo que quería. En búsqueda de diversión, sensualidad y calor, hice una maleta pequeña, metí mis guayaberas y tomé el primer avión que encontré para Barranquilla. ¿Por qué? Porque sí. Hace tiempo tenía ganas de conocerla y ahora podía, y además lo necesitaba.



