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September 02, 2023

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Ana, la prepago de la universidad

La conocí cuando iba de afán hacia la universidad. Se le había hecho tarde y la reconocí de la universidad. Detuve el coche y le ofrecí llevarla. Aceptó, pues ella también me reconoció. No sabía que ese día iba a cambiar mi vida para siempre.

 

Se llamaba Ana y era una de las 3-4 chicas más guapas de la Uni. Nos hicimos muy buenos amigos al instante.

Ana era sencillamente una chica sexual. Para ella las personas las catalogaban en su nivel de vergas y conchas. Cuando cogía, lo hacía sin condón, simplemente no lo soportaba. Nuestra amistad era extraña, era una chica de fiesta, pero una brillante estudiante.

 

Como chica, era odiada por las demás chicas de la Uni pues se cogía a todos los novios de las chicas, y también a algunas novias de los chicos no se andaba con rodeos. Andábamos para arriba y para abajo por toda la ciudad, divirtiéndonos. A veces y o la llevaba a citas con su amantes esporádicos o a algunos moteles, cuando era un profesor al que se iba tirar..

 

Un día, haciendo cuentas de sus amantes, contamos 40 tipos y unas 10 chicas, a sus 21 añitos. La desfloraron a los 17, pero le quedo gustando tanto que ya no pudo parar. 

Fue la primera chica que logró sacarme la leche con la boca. Y también fue la primera chica que tuve que no se impresionó con mis 20cms de verga caliente. Todas mis anteriores chicas se quedaban con la boca abierta cuando me desenfundaban mi verguita. Pero Ana, ni se inmuto, no fue la gran cosa, me decía que ya había probado machos de 25 cms, lo cual tampoco le creí.

 

Por nuestras actividades escolares, solíamos hacerlo en el carro. En una ocasión en el carro, mientras la estaba penetrando a fondo y con rudeza, ambos totalmente desnudos en una tarde cálida, nos sorprendió un viejo y nos tocó la ventana. Que nos fuéramos, que cómo era posible que tuviera en esa pose a mi chica (sus pies los tenía apoyados sobre el cristal delantero del auto).

Pedimos disculpas y continuamos en lo nuestro con el viejo de espectador jalandose la verga sobre la ventana. Me vine en sus tetas y nos fuimos a continuar nuestras diarias aventuras.

Ana se volvió prepago, pero yo estoy seguro que lo hacía más por placer que por el billete, en la Universidad estaba de primera en el portafolio que se distribuía por whastapp.

Un día, queríamos irnos de paseo y estábamos cortos de dinero así que llamo a un cliente suyo. Yo la llevé a esa cita, a la oficina del tal padrino como solía llamarlo. Se lo follo y regresó con el dinero. Yo junté el resto y nos fuimos de viaje a Santa marta.

 

Allí fuimos a Taganga, conocimos a una pareja de italianos y esa noche en su hostal, nos embriagamos e intercambiamos parejas entre los cuatro, pero Ana era la más intensa de todos, si nadie le penetro las orejas o las fosas nasales fue mera casualidad. Sus demás agujeros fueron sometidos a una vorágine de sexo que parecía no tener fin. Al día siguiente la cogimos entre el italiano y yo en la playa, y nos dimos cuenta que una pareja de turistas alemanes nos observaba atónitos.

Al terminar y Ana me dijo que se le había antojado la italiana. Una chica de unos 25 años con tetas de espanto y cara de orgasmo.

Para la noche nos fuimos a comprar algo para la comida y trago, el italiano se embriago desde Santa Marta y fue la ocasión de ver a mi Ana lesbianizandose con la italiana después de comer y tomarnos unos tragos, era mi primera vez viéndola en acción lesbica chupando coño como posesa. Esa noche hicimos de la italiana lo que quisimos. Yo me di un festín con 6 agujeros a mi disposición. Para la madrugada mi verga ya había probado los 6 agujeros y se había corrido en todas partes, pero ya no pude más. Las chicas en cambio quedaron en un tremendo 69 lamiéndose como perras en celo. Quise unirme al festín, pero mi verga no dio rasgos de vida.

Despertamos a medio día y el novio de la italiana obviamente furioso y enguayabado. Ana lo contuvo coqueteandole y se apartaron ellos tres, se hicieron a un lado tuvieron una charla amena y él llegó con una sonrisa de oreja a oreja. El día transcurrió los 4 juntos.

En la noche intercambiamos pareja cada una en diferente cabaña. Fue mi primera cogida asolas con la italiana y me vacíe en ella como quise.

A la mañana siguiente los cuatro nos reunimos a desayunar. Ana y el italiano muy acaramelados. Me dieron celos y a la italiana también. Pasamos el día todos juntos, entre la playa, el mar y la piscina y al final regresamos para ducharnos y cenar. Los italianos se iban al día siguiente siguiendo su rumbo. Para la noche, nos tomamos unas cervezas, Ana llamo la italiana, le dijo que la acompañara al baño y cuando regresaron ya estábamos borrachos, supusimos que solo querían comer hembra.

Al día siguiente, Ana como siempre empezó con sus toqueteos y comentarios y después del desayuno empezó a mamarle la verga al italiano, la novia me miraba con ojos de entre sorprendida y ganosa. Yo, mientras miraba nada más, la italiana, no le quitaba la vista a Ana. Me encantaba verla cogiendo.

El italiano terminó en su cara y nunca la había visto tan sexi y hermosa con su carita bañada en semen transparente y espumoso. 

Mi verga reaccionó y se puso de fierro y fui a abrirle el culo a la italiana con la lengua, Ana mientras se besaba con la chica. Con el culo ya listo, le dejé ir la verga de una sola estocada.

Ellas de lado besándose acostadas en la cama y yo en la retaguardia de la chica italiana rompiéndole el culo. El novio, al ver el espectáculo, se le volvió a parar y colocó su verga entre la lengua de las chicas, quienes gustosas compartían verga con sus lenguas y labios. Ana se puse a chuparle las tetas a la chica y yo al verlo sentí un impulso vital para unirme a mi novia.

 

Cada quien mamaba una teta y luego intercambiabamos de teta. Empecé a besarlas a las dos como un poseso, sentía el sabor a semen del italiano, pero no me importó en ese momento. Estaba demasiado caliente. Me subí en la italiana y la empecé a poseerla frenéticamente de misionero besandola despiadadamente pues era nuestro adiós.

La chupé toda, de pies a cabeza y deposité una violenta eyaculacion en su boca de buena puta.

En la tarde después del almuerzo ellos partieron y nos quedamos solos y un poco tristes. El resto del dia y de la noche ya no hicimos nada. Estábamos agotados.

El resto de las vacaciones la pasamos romanticamente como novios tradicionales.

Regresamos muy enamorados de ese viaje y Ana no me puso el cuerno como en dos meses. Después volvió a sus andadas de traviesa.

Dos meses después su enamoramiento supongo disminuyó porque volvió a sus andadas sexuales. Si bien regresaba conmigo y me buscaba cada día, yo me sentí un poco desplazado. Supe que volvió a estar activa en el grupo de whats app y que era la más aclamada en su grupo pues sus motivaciones y actitudes eran muy solicitadas.

También sabía que cogía con su vecino del barrio, el la desfloro, Ana me conto que se lo comían en el ascensor, en el carro del papa, donde fuera.

Nunca me lo confesó, pero siempre sospeché que mantenía relaciones sexuales con su primo 2 años menor. Creo que ellos se cogían cada vez, pues vivían prácticamente solos. Nunca me dejó entrar a su apartamento, pero salimos un par de veces con el primo y sus comentarios subidos de tono eran como si fueran amantes.

A veces los domingos nos íbamos en plan de exhibicionistas. Ella salía en mini sin tanga y con camisa de algodón ligera de tirantes sin sujetador. Sus pezones se le marcaban hermosos y causaba furor por donde caminábamos. 

Cuando decidió irse de casa, pues su mama se dio cuenta que era prepago, rento un apartamento con dos chicas más.

Ana demoro más en trastear que entregarse al lesbianismo y también supe que hicieron un par de orgias, contado por Ana, no sólo entre ellas tres, sino que a veces invitaban hombres.

 

Un día me presentó a sus compañeras, las tres eran prepagos y me follaron entre las tres. Le propuse a una de ellas salir, pero me dejo aburrido, me dijo que rico, pero que ella era más LESBI, que HETERO y prefería comer más chochas que vergas, aunque en el trabajo solo comía vergas, pero era eso, trabajo. 

En una ocasión fui a buscarla a Ana después de unos tragos a altas horas de la noche y tenían fiesta, me hicieron seguir. Ana estaba en una habitación con uno de los invitados y que si quería podía pasar y esperarla.  El jaleo era impresionante, me dirigí a la habitación y vi a Ana cabalgando con ahínco la verga de un tipo de 1.90 metros.

 

Me quede mirando el espectáculo en un momento el tipo se detuvo y la cargó (Ana media unos 1.60 aproximadamente y era fácil de maniobrar en la cama). El tipo la cargó, la volteó de cabeza y le empezó a comer la chocha mientras ella de cabeza se metía la tranca del amigo por la boca mientras éste la balanceaba como columpio al ritmo de la mamada.

 

Un rato después la acostó boca arriba sobre la cama y le empezó a dar la culeada más violenta de la que tenga recuerdo.

Cuando el tipo estaba por venirse se incorporó como tigre sobre su cintura y empezó a lanzar disparos de semen en todas direcciones. El cuerpo de mi Ana quedó batido en esperma burbujeante. Ombligo, senos, cuello, cara, cabello y como era su costumbre de siempre se lo esparcia por todo el cuerpo para quedarse con la huella de su macho. 

El tipo se despidió y Ana se fue a la ducha, cuando regreso se apiadó de mí y le dijo a su amiga que me hicieran una mamada, ella no quería, pero Ana se puso seria y le insistió hasta que cedió. Les hice la cola a ambas y dejé mi semilla en el culo de la amiga.

Después de esa noche cambié de horario  porque entre a trabajar ya no podía verla en la Uní y nunca volví a saber de ella. Tuve noticias que siguió de prepago.

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